Lo que más lamento de haberme agarrado #coronavirus es que haya sido ahora y no mientras trabajaba visitando veintipico de chinos por día. Una picardía…
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Sembrar memoria
A 45 años del golpe cívico-militar, Memoria, Verdad y Justicia: 30 mil compañerxs desaparecidxs presentes, ahora y siempre.
«Arderá el amor;arderá su memoria
hasta que todo sea como lo soñamos
como en realidad pudo haber sido.»
F. Urondo
#MemoriaVerdadYJusticia
#PlantamosMemoria
#45AñosDelGolpeGenocida
#Son30Mil
#NuncaMas
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Ajedrecísticas
Jugando en Gerli con Dani y Jose.
Adiós al trabajo
1- Amigas, amigos, hoy es mi último día: tras ocho años como trabajador lácteo, me retiro.
2- De alguna forma la decisión corona un largo proceso de reflexión que empecé en diciembre de 2015 (ofensiva patronal) en torno a los ·Poemas para no ir a trabajar·
3- El acuerdo para mi desvinculación incluye seguir cobrando el sueldo por un año: sí, un año sabático pago (lo más parecido a una renta básica que me tocó).
4- No voy a tener la presión de ganar el sustento, pero voy a estar disponible para proyectos de pocas horas semanales y bien remunerados. Y voy a dedicar más tiempo a proyectos colaborativos como Ñuslétero GRaFiTi escritos en la calle, las fotos flasheras, el Alfabeto político, y algunas ideas nuevas.
5- Quiero agradecer a mis compañerxs y a mis delegados por todos estos años compartidos, con sus luchas, conquistas y celebraciones: desde antes de incorporarme, ya participaba en reuniones sindicales, siempre convencido de que la organización colectiva es el camino para mejorar las condiciones de vida (y de trabajo).
Antes de entrar tenía un reparo: me parecía excesivo trabajar de lunes a sábado y «milité» para que eso cambie. Gracias a ciertas circunstancias, a la capacidad de negociación de nuestros delegados, y a la decisión de la mayoría, dos años más tarde ganamos el descanso de fin de semana: siento que ese fue mi humilde aporte de vagancia para esta comunidad.
6- Esta «fuga del trabajo al hacer» da un poco de vértigo y mucha alegría.
«Retiro voluntario»
Vengo por plata.
y la verdad me chupa un huevo.
y el mal ejemplo de mis faltazos.
por el ingreso básico universal…
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# estenopeica, GRaFiTi, pintadas, poemas, política
Actas del 1er Simposio Internacional Literaturas y Conurbanos
En junio de 2019 participé en el I Simposio Internacional Literaturas y Conurbanos en la Universidad Nacional Arturo Jauretche de Florencio Varela.
Estvuve en la mesa de «Poesía y territorio: poéticas de lo actual», coordinada por Carlos Battilana, y mi exposición fue sobre «Épica chusma y Furgón flashero: dos experiencias conurbanas desde y para micro-comunidades ampliadas».
A fines del 2020 se publicaron las actas, compiladas por Carolina Bartalini y Martín Biaggini, donde se pueden leer todas las presentaciones (la mía empieza en la página 111) .
Acá pueden descargar el archivo PDF:
ACTAS_PRIMER_SIMPOSIO_INTERNACIONAL_LITE
O verlo en Academia.edu.
Si están aprovechando el calorazo de este enero para investigar sobre relaciones entre conu y escritura, ahí tienen propuestas diversas para consultar.
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# estenopeica, fotos, furgón flashero, libro, poemas, undav
Visita al río
Visita a Patmo en Acassuso con @tankao.alix
Barriadas precarias, basura, fuego
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# estenopeica, NoALosDesalojos, NuncaYuta, pinhole, TierraParaVivir
Entrenar en cuarentena
Viaje litoraleño
Misión jesuítica en Jesús de Tavarangüé (Py)
Muelle en San Cosme y San Damián (Py).
Bote en el Ypacaraí, Areguá, Py.
Ña Nena, en la alfarería Páez Monges, Areguá, Py.
Hornito alfarero de Ña Nena.
Domingo y Lorena en la Alfarería Páez Monges de Areguá, Py.
Horno Noborigama de la Asociación de Artesanos de Areguá, Py.
Alix y Edu Barreto en el Mercado 4, Asunción, Py.
El chino Oscar
El chino se estaba fumando un pucho en la puerta de su local; llevaba el barbijo en el cuello.
–Todavía no llega pedido.
Tuvo que ir a cobrarle a un cliente.
Apoyó el pucho en el suelo, contra el marco de la puerta, se puso bien el barbijo y entró.
Realizado el cobro, volvió, agarró el pucho, se bajó el barbijo y siguió fumando.
–Más tarde mando mensaje, si falta.
Tengo el teléfono con un montón de audios, comprensibles en diferentes grados, a traducir en código y cantidad.
Queda claro que una parte de este trabajo se puede hacer por teléfono (o whatsapp), lo que comporta que en un futuro nada lejano podemos volvernos reemplazables por aplicaciones. Entonces salimos a la calle para demostrar nuestro «valor» (agregado). Los riesgos de salir por el riesgo de no salir más.
El rollo verde
Estenopeicas sureñas (Las Grutas, Puerto Pirámides y Parque Nacional Los Alerces) con un rollo presumiblemente vencido.
Parque Nacional Los Alerces (Chubut).
Salamone en Azul
El Parque Municipal Sarmiento y el Cementerio de Azul (Buenos Aires) diseñados por el arquitecto Francisco Salamone.
Volver a las calles del covid-19
Hoy, después de veinticinco días de luna de miel, y poco más de veinte de realizar satisfactoriamente las tareas desde casa, este humilde trabajador lácteo volvió a la calle, a la primera línea de fuego del mercado, a visitar súpers chinos de la cuarta zona más contagiada/osa de capital, (1º Balvanera, 2º Palermo, 3º Recoleta) a Núñez y Belgrano para que nadie se quede sin su yogur.
Mientras iba visitando los locales semivacíos, tuve que familiarizarme con el kit preventivo que me dio la empresa: con el barbijo (más los lentes de seguridad que encontré en casa), con los guantes de látex, y en qué momentos después de ciertas acciones debía usar el alcohol en gel (por ejemplo, antes de subir de nuevo al auto).
Una clienta me lo dijo muy claro: «¿Para qué venir? Tu empresa cabeza anda mal. Mejor llamar por teléfono en tu casa. Acá todo virus muy feo».
Guelson, el repositor haitiano, no llevaba el barbijo que habría, ni guantes, pero tuvo la prudencia de rascarse un ojo con el lado de adentro del buzo. Estaba preocupado porque la cuarentena no le impedía ir a trabajar, pero sí recibir una visita amorosa en el lugar que alquila. Merde, mon ami.
Toda la mañana vi un surtido desfile de máscaras, por no decir caretas, que me hizo acordar a la cantina de Star Wars, sobre todo en filas de paguefácil y rapigarpe (pagan lo que sea por salir). Y a la canción «Ojos sin rostro» de Billy Idol (no recuerdo que dirá la letra).
Volver a casa y todo el proceso de desinfectarme me resultó agotador: me gané una siesta.