Adiós al trabajo

1- Amigas, amigos, hoy es mi último día: tras ocho años como trabajador lácteo, me retiro.

2- De alguna forma la decisión corona un largo proceso de reflexión que empecé en diciembre de 2015 (ofensiva patronal) en torno a los ·Poemas para no ir a trabajar·

3- El acuerdo para mi desvinculación incluye seguir cobrando el sueldo por un año: sí, un año sabático pago (lo más parecido a una renta básica que me tocó).

4- No voy a tener la presión de ganar el sustento, pero voy a estar disponible para proyectos de pocas horas semanales y bien remunerados. Y voy a dedicar más tiempo a proyectos colaborativos como ÑusléterGRaFiTi escritos en la calle, las fotos flasheras, el Alfabeto político, y algunas ideas nuevas.

5- Quiero agradecer a mis compañerxs y a mis delegados por todos estos años compartidos, con sus luchas, conquistas y celebraciones: desde antes de incorporarme, ya participaba en reuniones sindicales, siempre convencido de que la organización colectiva es el camino para mejorar las condiciones de vida (y de trabajo).

Antes de entrar tenía un reparo: me parecía excesivo trabajar de lunes a sábado y «milité» para que eso cambie. Gracias a ciertas circunstancias, a la capacidad de negociación de nuestros delegados, y a la decisión de la mayoría, dos años más tarde ganamos el descanso de fin de semana: siento que ese fue mi humilde aporte de vagancia para esta comunidad.

6- Esta «fuga del trabajo al hacer» da un poco de vértigo y mucha alegría.

«Retiro voluntario»

 

Si por mí fuera, no vengo más.
Por mí, no vengo más…
Es un chantaje.

Vengo por plata.

Cada día más difícil no faltar, y faltar,
y se acaban las excusas, y todo inverosímil,
y la verdad que igual cumplo,

y la verdad me chupa un huevo.

Lleguemos a un trato: reconozcan
mi tiempo malgastado en su trabajo,
ofrecen la cifra de mi trayectoria
y se ahorran la ingrata presencia,
ese fruncir de cejas y bruxismo,
de empleado díscolo, gremialero,

y el mal ejemplo de mis faltazos.

Yo tengo mil cosas mejores que hacer,
prioridades: descansar, soñar,
regar, buscar víveres, hacer arreglos,
visitar amigos, lugares, escribir,
leer, corregir, ir a reuniones,
imprimir los volantes para la marcha

por el ingreso básico universal…

De Poemas para no ir a trabajar (La Libre, 2019)

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