Category Archives: Encuentros

Lecturas en VML #7

Ciclo VML #7 en Villa Crespo
25 de abril – 20hs PUNTUAL

El Ciclo VML propone una vuelta de tuerca a las habituales lecturas de poesía. En VML los poetas leen enfrentados, interpretando los textos del otro, rompiendo la costumbre de la lectura en primera persona de los textos propios, incorporando lo ajeno.

En vivo:
Cabeza Flotante (formato acústico)

Leen:
Fernando Aíta vs Daniel Liñares

Lectura en el ciclo Los Fantásticos

El viernes 23 de marzo leímos junto a Mirta Perez Rey, Héctor Prahim, Marcela Chaoul, Kike Ferrari y Franco Vaccarini en Los Fantásticos – Ciclo de lecturas. Es a las 19 hs. en Mendel Libros. Un gran placer compartir con colegas. Gracias de nuevo a Gilda Manso por la invitación.

Nueve preguntas en el Blog de Eterna Cadencia

Respondí las #NuevePreguntas del blog genial de Eterna Cadencia. Muchas gracias a Valeria Tentoni por enviarme el cuestionario: me hizo volver sobre libros que me dieron ganas de releer.

Acá las nueve preguntas y respuestas: clic.

Presentación de «Aberraciones por amor»

 

Presentación de mi primer libro de cuentos, Aberraciones por amor (editado por Peces de Ciudad), el jueves 22 de febrero desde las 20:30 hs. en Nivangio, Colombres 946, Boedo, CABA.
Quedan un par de los 50 ejemplares numerados y firmados en el siguiente enlace: 
 
El día de la presentación hubo juegos, lecturas, charla abierta, brindis y canciones sugeridas por los asistentes (rockola analógica-digital).
 
PD: para quienes usan facebook acá está el evento: 
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Incontrovertibles profecías de Leopoldamus

En la esquina de Montevideo y Lavalle funciona una librería universitaria. Algunas de sus paredes lucen grafitis -texto y símbolos- hechos con marcador negro: citas, ocurrencias, esquemas, escritos prolijamente en imprenta. Cerca hay un colchón y bultos bajo una manta.

Una mañana registré las pintadas con mi teléfono y pregunté a una chica que abría el local si conocía al autor. «Es Leopoldo,» me dijo, «duerme ahí». Le conté mi idea de hacer una nota con las fotos y tal vez entrevistarlo: «Lo vas a encontrar por acá. Decile de la nota. Es muy amable».

Seguir leyendo en el sitio de GRaFiTi:
https://www.escritosenlacalle.com/blog.php?Blog=161

Taller estenopeico en Piñeyro

En septiembre me invitaron de la Universidad de Avellaneda (UNDAV) a dar un taller de fotografía estenopeica para chicas/os de la secundaria técnica. Cada participante se armó su cámara y se la llevó para hacer sus fotos.

Nunca se sabe bien qué resultará, y claramente hay procesos que llevan un buen tiempo: estos días tuve la alegría de recibir un video con varias de las fotos que sacaron en su barrio.

Agradezco de nuevo la invitación (gracias a Florencia Podestá y Alejandra González), y a lxs pibes que se coparon aquella tarde y se siguen copando.

Acá van unas fotos que saqué el día del taller:

Safari fotográfico de GRaFiTi en Boedo

 

En el marco de la muestra «Las hojas sueltas de un libro escrito en las paredes«, este sábado 18 de noviembre, hacemos un Safari Fotográfico en Boedo. La cita es en Nivangio(Colombres 946, entre San Juan y Carlos Calvo). La actividad es gratuita.

Más información en https://www.escritosenlacalle.com/blog.php?Blog=164

Y acá los videos de las fotos: https://www.escritosenlacalle.com/blog.php?Blog=165 

Las hojas sueltas de un libro escrito en las paredes

Muestra de fotos de grafitis de Escritos en la calle en Nivangio (Colombres 946). Inaugura el miércoles 8 de noviembre a las 19:00 hs. 
Las hojas sueltas de un libro escrito en las paredes propone encontrarnos con los grafitis y a través de ellos.
AGENDA
– Miércoles 8 de noviembre 19:00 hs. Inauguración. Presentación del libro.
– Sábado 18 de noviembre 16:00 hs. Safari fotográfico.
– Jueves 23 de noviembre. Cierre.

«Alfabeto político» de Aíta-Aldegani en Nivangio

 

Fotografías y collages digitales de Fernando Aíta y Lisandro Aldegani.

Del 18 de octubre al 1 de noviembre en Nivangio (Colombres 946, CABA).

Inauguración: miércoles 18 de octubre 19:30 hs.

* * *

Alfabeto político desarma los nombres, cargos y eslóganes partidarios de las pintadas proselitistas para con sus letras componer abecedarios diversos, ideas visuales y nuevas consignas políticas.

Hechas por militantes o profesionales contratados, en paredones ferroviarios o fabriles, bajos de puentes y autopistas, galpones abandonados, frente a barrios de torres o en ochavas de casas bajas, Alfabeto político resalta la pertenencia al territorio de esas piezas pictóricas, características de la identidad gráfica de nuestras periferias, como un elemento distintivo del paisaje suburbano.

En una época en que los partidos se desdibujan, la paleta electoral acotada (colores primarios y secundarios), acorde a las limitaciones de la oferta representativa, se convierte para el Alfabeto en una mezcla variada de tonos, sombras, trazos, manchas, donde se destacan las irregularidades de la materialidad y los recursos expresivos de pintores anónimos.

Desde 2010 empecé a registrar pintadas por simple goce estético al apreciar el oficio de los letristas, el saber tipográfico/caligráfico de los hacedores, y los palimpsestos de colores que toman lugar en paredes repintadas, por conservar un archivo de esas producciones efímeras y cíclicas (que proliferan cada año impar). De a poco, a partir de esas formas reconocibles, se fueron generando nuevos contenidos.

En 2017, ante una coyuntura política amenazante para las luchas populares, y aprovechando la actividad del año electoral en las paredes, nos juntamos con Lisandro Aldegani (diseñador y tipógrafo) para nutrir y dar nueva vida al Alfabeto político.

Más allá de la escasez que se nos ofrece como votantes, y además de la defensa de derechos en peligro, queremos insistir en la ampliación de nuestras libertades y la invitación a imaginar nuevos horizontes.

Fernando Aíta
Octubre de 2017

Esta muestra es la puesta en marcha de un proceso de producción grupal, y una oportunidad para el encuentro e intercambio de ideas y experiencias: por eso, planeamos una agenda de actividades con artistas que trabajan en obras propias a partir de las pintadas.


AGENDA

  • Miércoles 18/10 19:30 hs. Inauguración: brindis, charlas.
  • Domingo 22/10 19:30 hs. Proyección de Cuerpo de letra (2015, documental, color, 76′) de Julián D’Angiolillo. Ver tráiler.
  • Miércoles 1/11 19:30 hs. «Pintadas políticas: pinturas, reescrituras, apropiaciones». Conversaciones y proyecciones de trabajos con Sebastián Linardo, Máximo Pagano, Lisandro Aldegani, Fernando Aíta.

La muestra puede visitarse de miércoles a domingo de 17 a 23 hs.
 

 

 

Sombras terribles

Salió Sombras terribles. Apología de la negradaCompiladores: Sebastian Russo, Lucas Saporosi y Yamil Wolluschek para «Relámpagos. Ensayos Crónicos en un Instante de Peligro» / Negra Mala Testa.

Textos / Imágenes
Agustín Blanco/ Guillermo Korn/ Juan Diego Incardona/ Natalia Torrado/ Isabel Gruppo/ Silvina Gruppo/ Eduardo L. Molinari/ Sebastian Linardo/ Mariano Combi/ Daniel Santoro (Pintor)/ Ana Clara Benavente/ Mara Glozman/ Manuel Duarte/ Fernando Aíta/ Maximo Pagano/ Yamil Wolluschek/ Diego Valeriano/ Adrian Dubinsky/ Ricardo Esquivel/ Ariel Adler/ Marcelo Guerrieri/ Violeta Ayzenberg/ Eze Iván Duarte/ Carolina Rodriguero/ Javier Barrio / Juan Manuel Ciucci/ Sebastian Russo/ Lucas Saporosi/ Juan Miceli/ Mariano Pacheco.

Aquí algunas fotos de la presentación el viernes 13 de octubre en Caburé Libros.

https://www.facebook.com/events/1981809402056782/

Lectura en Brote Poético #12

El miércoles 10 de mayo, después de la histórica marcha a Plaza de Mayo contra el 2×1 otorgado a un genocida por la Corte Suprema, leí en la edición #12 de Brote Poético junto a Javier Roldán, Luciana Jazmín Coronado, Laura Fuksman, Julieta Desmarás y María Malusardi, y música de Vero Walfisch. Gracias a Marina Cavaletti por la invitación.

 

Un día en Nueva York

English version

Mi primera noche en Manhattan, terminé colado en el Guggenheim.
Llegué al mediodía a mi cuarto en un lindo departamento, piso 15, Uptown, cerca de Wahington Heights. Charlé con mis anfitrionas, Miroslava y Poli, y reposé un rato.
Antes de las 2 me abrigué, cargué el termo, y salí a pasear por el bello Central Park. Bajé del subte en el Museo de Historia Natural, y me perdí mateando por los senderos entre rocas, lagos y árboles, y de a ratos la vista de los rascacielos.
Cuando me terminé el mate, encaré para el Museo Metropolitano (PWYW).
El Met es infinito; mi capacidad de atención, no. Así que me dediqué a las salas de arte moderno, la de fotografía, y la de Velázquez. Más que suficiente para una tarde de jetlag inadvertido. Tras dos horas y algo de maravillas, me retiré.
Al salir, a dos cuadras, vi una cola: la Neue Galerie abría sus puertas gratis. Sabía que era pequeña y un amigo pintor me la había recomendado. Así que hice la fila charlando con un neoyorkino que había vivido en Brasil y gustaba de conversar en castellano. El aire estaba a unos cero grados centígrados.
Cuando entramos nos quedaban 40′ para recorrer los dos pequeños y lujosos pisos. En el primero, la mayor parte del público se amuchaba en torno al precioso cuadro de Klimt que se convirtió en película, «La dama dorada». Aproveché para ver el resto de sus trabajos y en la sala contigua darme un banquete de Schieles y Kokoschkas: me tenía que agarrar la mandíbula para no dármela contra el piso. Ver esas pinturas, que me habían cautivado en pantallas y libros, en su dimensión real y una junto a otra, me conmovió. Los últimos 10′ me asomé al piso superior y descubrí a Alexei Jawlensky, grata sorpresa; y los últimos 5′ bajé a saludar a Schiele antes de irme.
Al salir, me di cuenta de que estaba a una cuadra del Guggenheim y decidí apreciar su arquitectura. Me encontré con que adentro un montón de gente elegante tomaba tragos, charlaba y movía las patitas al ritmo de una DJ. Me acerqué a la puerta para averiguar de qué iba el «Art After Dark».
Los morenos de la puerta me preguntaron si era miembro. Les respondí que no. Que había llegado ese día a la ciudad y que mi guía recomendaba el primer viernes del mes ir a la noche a ese museo. Me explicaron que el evento era sólo para «members and guests». Que a la vuelta de la esquina había un ingreso con tickets, pero se habían agotado. ¿Y cómo hago para entrar? «Buy a membership» (USD 85). Sí, pero no tengo Internet en el teléfono, me excusé. Podría ser invitado, les dije. «Yes, make friends».
Me quedé en la puerta viendo quién podría invitarme. Venía bien vestido, aunque las botas de trekking se veían un poco diurnas. Vi pasar dos parejas, un par de señoras con cara de no gran simpatía. Charlé con una chica, pero también guest, entró con un pibe. La temperatura había bajado. Me estaba dando hambre. Volví a preguntarles a mis amigos: One more question: ¿Hay un lugar cerca, no muy caro, donde comer algo antes de entrar? «Sure, round the corner, Three Guys».
Fui a comer al restorán de un griego. En la barra me atendió un mexicano que, en solidaridad latina, me recargó el sándwich, «gyro de pollo», y me regaló un vaso de Ginger Ale («yinyerela», la llamaba): le dejé un buen «tip». Aproveché para escribir algo del vuelo y la tarde. Pagué, saludé al griego, admirador de nuestros vinos, y salí otra vez a la noche fría.
Volví a la puerta del museo y había otro custodio. Le comenté sobre mi llegada reciente, desprevenido, y consulté cómo podía entrar: me volvió a decir «only members and guests». Ok. Me quedé esperando a la persona que habría de invitarme y se demoraba.
Los «members» que llegaban lucían poco abordables; otros venían con tickets y los derivaban «round the corner». Salieron otra vez mis amigos morenos y empezaron a juntar los postes y cintas que se usan para armar filas cuando se junta mucha gente. Dejaron un corredor. I’m usually lucky, les dije, someone will invite me. Se rieron. Me preguntaron de dónde era. Argentina. «Oh, Maradona». Oh, yeah!
Llegaron tres parejas. Members or tickets?, les pregunté. «Tickets». Los mandé a la vuelta. I’m a guest already, les conté a mis amigos, but not yet. Se metieron a refugiarse del frío. Llegó un grupito más. Members or tickets? Round the corner. Y así hice con los siguientes dos grupos. Y seguí esperando. No mucho, porque al rato sentí a mis espaldas: «Hey, Argentina, come in». Me abrieron una puerta y le hicieron señas a la recepcionista. Thank you very much, guys!
Entré, dejé mi abrigo, y me dirigí a comprar un ticket para una cerveza. Lo pedí en inglés: A beer, please. El tipo me respondió: «Ok, y un trago gratis en el tercer piso». Muchas gracias, primo, y tip.
Después de recorrer toda la pendiente espiralada, maravillado por todo lo que veía (me ahorro los nombres), fui al tercer piso por mi trago. También servían bocados: quesos, frutas, pop-corn. Charlé con desconocidos amables. Me tomaron una foto para el Instagram del evento. Terminé mi rico trago (base de vodka) y cambié mi ticket de cerveza por otro. Tip. Más charlas y bocados.
Al terminarlo, acudí al barman (la chica había sido más estricta), y le pregunté si el tercero era gratis. «Si me dejás un tip, te hago uno,» propuso. Obvio. Y mientras lo saboreaba, llegó una chica y me dijo: «Tengo que salir y no puedo con el vaso. ¿Querés otro trago?» Of course! Thanks!
Después del cuarto volví a recorrer muy contento las galerías espiraladas, y me di por satisfecho, ya pasadas las 11. Saludé, agradecí de nuevo a los amigos de la entrada, y emprendí la vuelta a la casa, Uptown.
La colectivera morena que me cruzó el Central Park hasta el subte Línea A no me quiso cobrar.
Me sentí muy very welcome bienvenido.

Lecturas de Rojo en Espacio Enjambre

El jueves 23 de marzo, a las 21 hs., ciclo Rojo en Espacio Enjambre (Acuña de Figueroa 1656). Lecturas de Soledad Urquia, Hernán Ronsino, Alejandra Kamiya, Fernando Aíta. Coordinan: Selva Almada y Marcelo Carnero.

«Últimas y primeras (impresiones)» de Pablo Ziccarello

Curaduría de la muestra de fotos, pinturas y video de Pablo Ziccarello en Espacio Pla, del 10 de marzo al 29 de abril.

Dilusiones ópticas

Habría que generar un término, porque eso es lo que Ziccarello hace con imágenes, morfología generativa: a partir de formas dadas, hibrida y trae en existencia combinaciones inusitadas. Por ejemplo, «dilusionista», una persona que por medio de un acto o pensamiento diluye la ilusión del acto o pensamiento, en aproximación constante al límite de la desilusión, como una asíntota, y borroneando la línea en lugar de cruzarla.

Como un niño demiurgo, Pablo mira un cielo donde las luces que titilan aún no tienen nombre, y se inventa juegos para llegar a resultados distintos a partir de las mismas reglas (materiales desafiantes, no forzar las formas, apartarse a tiempo cuando surge la belleza). Repetir y variar, variar y repetir, sirven también como estrategia de supervivencia: un método para olvidarse de sí en un puro presente lúdico. Las obras parten de una fuerte inspiración biográfica y se despersonalizan a niveles siderales.

La muestra conforma una síntesis retrospectiva donde las últimas y las primeras preguntas se hacen eco. Una cronología extrema, a modo de aporía.

Optimum non nasci (1997) es fotografía y también dibujo. El sujeto de la imagen es y no es un cráneo; es y no una luna. Una declaración escéptica de principios, y un uso irónico, polisémico, de la analogía.

Cuaderno Rojo (2017) es pintura, libro y video. Existe un cuaderno lleno
de seducción abstracta y con las vueltas espiraladas del tiempo: una puesta en abismo, en cada página se registra un juego improvisado en el que hay que inventar reglas de juego. Del deseo circular e insatisfecho surge un goce gestual, imágenes tocadas y toda la superficie como zona erógena. Se rehúsa llenar un vacío y en cambio se orbitan sus bordes. Luego las hojas se ponen en movimiento perpetuo y vacilante: del mantra al loop, los círculos y líneas de tiza pastel se convierten en los ceros y unos de un vídeo donde las páginas pasan incesantes, febriles: del placer táctil del papel al de la pantalla, un universo cerrado que muta cíclicamente.

Polvo (2016) es donde se esparcen partículas de tiza sobre una superficie negra y se las fija en composiciones que remiten a objetos astronómicos. Luego, de lo dactilar a lo digital, se añade el ruido de los píxeles, como un tamiz que agrega materia/sentido en lugar de sustraer. Finalmente, al imprimirse, los dibujos/pinturas se transforman en fotografías. Un humilde aporte de galaxias por venir, recuperando la tradición mítica de crear astros como ofrendas para amantes mortales, o quásares, púlsares, nebulosas que flotan en algún rincón ignoto del universo.

Entre la última y la primera obra hay veinte años (luz) de distancia, en el transcurso del tiempo se notan las constantes del método «dilusionista», como un deseo imposible de cumplir o abandonar: la obra es y no es lo que parece.

Alix de La Barrière, Fernando Aíta
Marzo 2017

 Optimum non nasci

«Las niñas del ojo» – fotos de Alix y Azélia de La Barrière

Curaduría de la muestra de fotos móviles de Alix Instagram y Azélia de La Barrière Instagram, en el Club Cultural Nivangio, del 21 de febrero al 7 de marzo.

En 2000 una joven madre deja Francia, su pasado; llega a una Argentina, devastada y promisoria, en busca de libertad. En 2017 la hija parte de nuestra querida Buenos Aires y regresa a su tierra natal para seguir su formación en la «ciudad luz». Espejos rebeldes: simetrías, diferencias, ironías. Celebramos la búsqueda de nuevos horizontes.

Cuando miramos a los ojos vemos en el centro nuestro reflejo diminuto. «Niña del ojo», sinónimo de pupila, nombra a alguien o algo muy querido.

Esta exposición es un ritual de despedida. En un juego de correspondencias, madre e hija intercambian fotos, las entremezclan, haciendo difusa la autoría y poniendo el foco en el diálogo entre imágenes. En una colaboración sin jerarquías, cada una aporta su forma de ver las cosas −Alix con la experiencia y perspectiva de años de práctica; Azélia con la soltura de una generación llamada post-fotográfica (iPhone e Instagram)− y nos participan de una conversación íntima, afectuosa.

Las niñas regulan la luz que entra al ojo: cuando la pupila se expande, el iris se reduce. Los iris de cada persona son únicos, como las huellas dactilares, marcas de identidad, donde se encuentran lo heredado y lo particular.

Las dos usan los mismos instrumentos −teléfonos celulares− y comparten sensibilidades cultivadas en la atención a los detalles, el gusto por las formas sutiles, juegos cromáticos, visiones sugerentes, delicadezas. Cada una posa su mirada sobre plantas, arquitecturas, reflejos, flores, vistas de entrecasa, instantáneas de la vida en común.

Las coincidencias son notables; las singularidades, visibles. Sin perder de vista que en sucesivas elecciones de qué, decisiones de cómo, en charlas simultáneas de motivos, formas y colores, las fotos de una y de otra van hilando momentos, espacios, personajes, experiencias de los días juntas.

FA, Febrero de 2017

Para ver más es sus Instagrams:
Instagram Azélia de La Barrière
Instagram Alix de La Barrière