«Furgón flashero», fotos estenopeicas y escritos de Fernando Aíta.
En La Dársena -Plataforma de pensamiento e interacción artística.
Mario Bravo 298, Almagro, CABA
Inauguración: viernes 19 de junio, 19hs. (ver imágenes).
La muestra se puede visitar hasta el viernes 17 de julio, los martes y viernes de 17 a 20 hs.
VIERNES 3 DE JULIO, 19:00 HS.:
“Fotografía furgonera” / Charlas y proyecciones, con Matías Barutta (autor de Todos al furgón -Ed. Sudestada), Mariano Dalaison (de Imagen estenopeica, con una serie de fotos del Ferrocarril San Martín) y Fernando Aíta.
“Electrificación y comunidad furgonera” / Charla y proyecciones, con Ruben Silvermann (amante de los trenes y estudioso de asuntos ferroviarios).
Y “Música ferroviaria” / En vivo con Sato Valiente (de Juega El Loco).
Cierre / Brindis, música y charlas.
“Furgón flashero” forma parte del ciclo “Profundo” de La Darsena Platform, idea y coordinación de Azul Blaseotto y Eduardo Molinari.
COLABORAN:
Edición: Francisca López.
Montaje: Alix de La Barrière y Eduardo Molinari.
GRACIAS:
Alejandro Güerri, Daniel Liñares, Gonzalo Aíta, Rubén Silvermann, Gustavo Lowry, y a la comunidad furgonera.
SOBRE «FURGÓN FLASHERO»
Las fotos y los textos de “Furgón flashero” surgen de ir a trabajar en bici, de ida por las mañanas y de vuelta al mediodía, en los trenes diésel de la línea Roca, en el ramal La Plata/Bosques, llevando una cámara estenopeica hecha con una cajita de fósforos.
El tren es una cuadra que avanza de barrio en barrio; y el furgón, una esquina mutante. Ideado para llevar bicicletas, congrega carteros, afiladores, jardineros, vendedores, cartoneros, entre otros. También es un rincón para fumar o tomar algo, escabullirse de los pica-boletos, encontrarse con gente.
En enero de 2013, empecé a llevar una Cámara Flashera, y sacar fotos de los viajes. La camarita despierta curiosidad, preguntas, charlas inusuales. Y el tiempo se percibe distinto, en el momento de tomar las fotos, porque el rollo se revela días o semanas más tarde, y por el azar de volver a cruzarnos con las imágenes: un futuro potencial.
Cuando llevé las fotos reveladas, y me fui encontrando con las personas de los retratos, apareció una forma de circulación de las imágenes: ando con un toco de copias 7×10 encima, y cuando alguien encuentra una foto donde aparece, se queda con la copia.
Repartí muchos retratos, y me manguearon varias imágenes. También pegué impresiones en blanco y negro, para los que viajan en otros horarios. Y en diciembre de 2013 con unos compañeros del mediodía hicimos un brindis de fin de año en el furgón, y armamos una muestra de las fotos ahí mismo. Una forma de festejar esos viajes cotidianos y flasheros que compartimos.
En ese espacio aparte del tren, en medio de la rutina y la hostilidad del mundo, a través de gestos como ayudar a subir y bajar las bicis, compartir una charla, un faso, un truco, se tejen lazos de empatía, solidaridad, confianza…
Meses después me cambiaron de zona, pasé a viajar en el eléctrico a Ezeiza/Glew, y vi el futuro: en las formaciones nuevas, el espacio para bicicletas está integrado en los vagones. Y la vitalidad de los encuentros decae notablemente. Al ramal La Plata/Bosques lo están electrificando, y los trenes diésel se retiran. Chau, furgón.
Las fotos y los textos de esta muestra celebran a la comunidad furgonera, un mundo que “el progreso” fuerza a transformarse.
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